11 de agosto de 2017


1°A y 1°B del turno Mañana
Invitaron a las familias para compartir el  capitulo de:
"Las aventuras de BIGOTE el gato sin cola"
Texto: Ruth Kaufman
Ilustraciones: Gustavo Mazali- ed Cantaro




3 de agosto de 2017

El fantasma de la 14

Les presentamos un cuento redactado por los alumnos de 6° grado del turno tarde, junto a la profe Cecilia:


Era un día muy nublado en la escuela 14. Llovía y llovía, sin parar. Ese día pocos chicos concurrieron.
A pesar de las malas condiciones climáticas las clases no se suspendieron.
Mailén  y Lucia, dos amigas inseparables de sexto grado, esperaban ansiosas los resultados de la evaluación de inglés. A pesar del día, la mayor preocupación que tenían era la NOTA.
Ansiosas  le preguntaron a la Seño:” ¿Cuánto falta para que venga la profe de inglés?” Pacientemente la maestra les dice: “cinco minutos,  después que toque el timbre”.
Los pocos chicos se paran para salir rápidamente al recreo cuando entra la secretaria  y les comunica: “Hay un cambio de docente,  a partir de ahora va a estar con ustedes un nuevo profesor de inglés que se llama Marcos English”.
Sorprendidos, murmuraban en el pasillo de arriba el cambio, estaban desconcertados porque querían mucho a la profe anterior.
Termina el recreo e ingresan al salón.
El tiempo y el fuerte viento del patio no ayudaban a recuperar la alegría, y encima estaban preocupados porque la NOTA no se iba a recuperar ni iba a valer con el nuevo profesor. La tarde se iba oscureciendo cuando entró el nuevo profesor, cargando una pila de exámenes a completar.
Apenas pisó el grado les dijo: “Hola chicos, me llamo Marcos y voy a ser su nuevo profesor de inglés, como no los conozco mucho ni sé qué nivel tienen les voy a tomar una prueba diagnóstica”
En ese momento un ensordecedor trueno resonó en todo el salón, parecía que la escuela se iba a derrumbar. Mailén pensó: “Qué mala onda, no lo conocemos y ya nos toma una prueba”. Lucia sin pensar se quejó, lo hizo de una manera tan impulsiva que el nuevo profesor le dijo que se retirase del salón. Mailén no soportó que a su mejor amiga la reten y no se le ocurrió mejor manera de expresar su enojo que arrojó un  borrador hacia el pizarrón.
Marcos English, enojadísimo dijo: “se van las dos inmediatamente al salón de castigos…perdón, a la biblioteca”.
Furiosas, bajan las escaleras y se dirigen hacia allá.
Ni bien entraron se estremecieron de terror, porque estaba  el salón a oscuras, con olor a viejo y muy desordenado. Cuando encienden la luz, una persona estaba frente a la computadora. ¡Qué sorpresa se llevaron Mailén y Lucia.
Cuando lograron recuperar el aliento, observaron que estaba jugando al Criminal Case Team. Estaba resolviendo un caso de un robo en una escuela; agudizaron la mirada y vieron que el sospechoso llevaba un delantal blanco, un prendedor que tenía el número 14.
Como el fantasma no se dio cuenta de la presencia de las chicas, ellas decidieron comenzar a ordenar los libros. Lo primero que hicieron las chicas fue correr las cortinas, luego tomaron un plumero y por último comenzaron a quitarles el polvo a los viejos libros que se encontraban en los estantes de la biblioteca.
La luz titilaba, hasta que se apagó. Los relámpagos iluminaban naturalmente la biblioteca.  Algo les llamó la atención. El fantasma estaba acurrucado en un rincón agarrándose la cabeza, muerto de miedo. ¡Insólito, un fantasma que tiene miedo!, Pero, ¿por qué la 14 tenía un fantasma?
Intrigadas por el bibliotecario fantasmagórico, las chicas salen de la sala de castigo y  llevan los pocos libros que ordenaron a Dirección.
Al entrar, otro susto las iba a estar esperando, sobre un fondo de ladrillos a la vista sobresalía  un cuadro con la cara del nuevo profesor de inglés.
Ambas se miraron y  sorprendidas  exclamaron: “Es el profesor nuevo de inglés”. Mailén agrega: “mirándolo bien me parece que es el bibliotecario…en realidad… ¿no son parecidos?”
No tardó mucho en salir de su despacho la directora diciendo: “¿Qué es este escándalo? ¡Voy a llamar a sus padres, porque es una falta de respeto…” La directora no pudo terminar la frase porque se detuvo observando la cara de las chicas.
“Perdón, Dire…pero nos preguntábamos… ¿por qué esta la foto del nuevo profesor de inglés  colgada en este lugar?
Extrañada, la directora les contesta: “¿El nuevo profesor? ¡No! Él es un viejo profesor muy querido que tuvo la escuela 14, hace muchos años atrás.
Asustadas las chicas le dicen: “Esta arriba, dándonos clase”…”nos mandó a la biblioteca porque nos portamos mal”… “no es viejo, es más bien joven”
“Imposible”.  Al Salir de allí, subieron rápidamente las escaleras y se chocaron con el profesor. ¡Qué susto!, él venía muy apurado rumbo a la sala de computación. No se dio cuenta que las chicas lo siguieron.
En menos de un minuto logró sacar la cadena y el candado,  abrir las tres cerraduras y cerrar fuertemente la puerta con tanta mala suerte que la dejo abierta. Las chicas aprovecharon a espiarlo…No lo podían creer…al sacarse el delantal se volvió invisible.
Corrieron nuevamente hacia Dirección. Esta vez la directora tendría que contarles la verdad.
“Bien, chicas, siéntense que les voy a contar lo que realmente está pasando en la escuela…Hace muchos años atrás hubo una tormenta muy fuerte que llegó a inundar la sala de computación. Entró mucha agua y esto provocó un corto circuito en toda la escuela…el profesor estaba allí, enredado entre muchos cables.
Pero por esas cosas mágicas y divinas, él  sigue estando entre nosotros…es un espíritu, un fantasma amigable.
Toca el timbre, y la directora dice: “Bueno, basta de historias de fantasmas, a clase”.
 La noticia corrió por todo el salón de clase de sexto. Las chicas no paraban de decir: “¡Hay un fantasma!” Los varones no podían creer lo que ellas narraban…De repente, se abre la puerta del aula y entra el fantasma…el profesor de inglés.
El profe fantasma dice: “¿Qué pasa?; nadie contestaba, hasta que Lucia dijo valientemente: “Ya sabemos que sos un fantasma”.  No terminó de decir eso que todos sus compañeros se metieron debajo de los bancos.
El profe fantasma dijo: “¿Tan feo soy?”…de a poquito los chicos se fueron incorporando, y tímidamente se rieron. Como los vio más tranquilos a todos comenzó a contarles chistes para que los chicos pudieran recuperar la tranquilidad y la alegría: “¿Qué le dijo un carbón a otro carbón…, te prendes a un asado?”. No pararon de reírse y de olvidarse que frente a ellos había un fantasma que quería quedarse para siempre en la 14.