¿Sabías qué? … hoy conocemos la historia de la Casa de Tucumán


¿Sabías por qué se eligió a la provincia de Tucumán para reunirse en el Congreso de 1816?  Tucumán fue elegida como sede del Congreso de 1816 porque esta provincia quedaba aproximadamente en el centro de la región que abarcaban las Provincias Unidas del Sud y que, además, estaba protegida por el Ejército del Norte que tenía aquí su cuartel general.
La ciudad de Tucumán era en 1816, un modesto poblado de unos 6000 habitantes. Buena parte de sus edificios públicos o religiosos, entre ellos la Catedral y el Cabildo, se hallaban en estado ruinoso. Las residencias particulares estaban en mejor estado y fue en una de ellas, una vieja casona típicamente colonial, conocida hoy como la “Casa Histórica de Tucumán”, donde se realizó el Congreso que se reunió en esa ciudad en 1816, para declarar Independencia Argentina. Hoy, todavía, algo se adivina de lo que allí pasó, cuando se entra a ella.
La casa pertenecía a la señora FRANCISCA BAZÁN DE LAGUNA y estaba situada en la calle del Rey (actualmente Congreso número 151), a poco más de cien metros de la Plaza Independencia, que hoy es el centro cívico de la ciudad de Tucumán. Fue construida durante la década de 1760 por el comerciante DIEGO BAZÁN y fue el regalo de bodas que le hizo a su hija FRANCISCA, cuando se caso con MIGUEL LAGUNA. Este matrimonio tuvo una numerosa descendencia y la propiedad fue pasando de manos, siempre en poder de la misma familia. En 1812 el Primer Triunvirato la alquiló para destinarla al alojamiento de personal militar que había participado en la batalla de Tucumán y estuvieron allí hasta 1815. La casa no quedó en muy buenas condiciones y el gobernador BERNABÉ ARÁOZ, ordenó que el Estado pagara los arreglos y se la alquilara a FRANCISCO BAZÁN para instalar allí la Caja General, la Aduana Provincial con sus almacenes y los Almacenes de Guerra. Después que el Congreso realizara su última sesión, en enero de 1817, a casona volvió al poder y al uso de los LAGUNA DE ZAVALÍA, los ZAVALÍA Y ANDÍA y los ZAVALÍA de LÓPEZ, descendientes todos ellos, de los antiguos propietarios, hasta que en 1874 el gobierno nacional, adquirió toda la propiedad y la casona.
La casona colonial que alberga al Museo fue construida a fines del siglo XVIII y sufrió modificaciones a lo largo del tiempo. El Salón de la Jura, en donde se declaró la Independencia, se conserva en estado original. De sus paredes cuelgan los retratos de los integrantes del Congreso de Tucumán junto a la mesa y los sillones que se usaron en la firma del documento independentista. Además, el museo cuenta con cuatro patios, un aljibe y árboles autóctonos de la región. En 1941, la casa fue declarada Monumento Histórico Nacional y se convirtió en museo en 1943.

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